Ganando salud

domingo, 26 de febrero de 2012

Cirugía

Esta es, a día de hoy la única salida que tengo para solucionar mi problema de sobrepeso.
Me ha costado mucho plantearme la posibilidad de pasar por el quirófano, ahora necesito aceptarlo, digerirlo.
Es muy duro para mi todo esto. Nunca pensé que tendría que solucionar mi problema de obesidad pasando por una cirugía, pensaba dos cosas, o que moriría siendo obesa, o que sería capaz de adelgazar haciendo dieta (como los valientes), la operación para mí estaba fuera de mis planes.
Siempre me he negado, cuando el endocrino me lo decía yo le decía "de momento no me lo planteo", siempre eso, una negación, sin plantearme cuánto bien puede hacerme, ya no sólo físicamente, que es lo primero que se vé, si no psicológicamente.
Me acarrea tantos problemas:
Cansancio, ronquidos, tensión alta, falta de resistencia física, dolor de espalda, de rodillas, me cuesta seguir el ritmo de los demás, baja autoestima, ropa cara, escasa, no puedo llevar tacones, no me valoro, no quepo en un asiento de avión, en algunas sillas de los bares ya no entro, tengo pánico a sentarme y romper donde planto el culo, mi vida sexual es un tanto complicada, no puedo ser madre...
Últimamente no paro de llorar, me siento incapaz de hablar serena del tema operación, tengo tantísimo miedo, miedo de que salga mal, de que no pierda peso, de que la gente me vea como una perdedora, una fracasada por no haber podido perder peso con una dieta...
He leído muchísimo sobre la operación, los tipos, cómo se hace, el postoperatorio, y todo me parece más o menos bien, sólo hay una cosa que me crea duda, no todo el mundo habla del después igual, del estilo de vida, quiero decir, hay quien dice que hace dieta, hay quien dice que le han enseñado unos hábitos alimentarios nuevos, y quien directamente dice que come de todo.
Ahí es donde yo tengo dudas, cómo será en mi el después?? No me creo la gente que dice que come de todo, lo siento, pero no. Yo creo, y así lo he leído, que la cirugía es una ayuda importante, pero no es la solución absoluta si no se combina dieta, nuevos hábitos y ejercicio...
Ay!! mi gran sueño es poder comer como las personas normales, tener delante de mi un plato normal, acabar de comer, y sentirme saciada,sin ganas de seguir enguyendo como si mi estómago fuera un agujero negro.

lunes, 6 de febrero de 2012

Qué haría si...

Estuviera en normopeso:

- Ponerme una minifalda
- Caminar con la cabeza más alta
- Subirme en la montaña rusa y gritar hasta quedarme afónica
- Subir a la primera laguna de Gredos
- Meterme en un avión y llevar a mi marido a Canarias
- Sentarme en una terraza sin calcular si me cabe el trasero.
- Patinar sobre hielo
- Pasar desapercibida
- Vestirme con ropa más económica
- Montar en bici
- Ser madre, el gran regalo de la vida
- En vez de salir a caminar, haría footing
- ... tantas cosas...




viernes, 3 de febrero de 2012

Sobre mi

Nací hace 31 años tras unas cuantas horas remoloneando en la tripita de mi madre. Tuve un peso completamente normal.
A los pocos meses ya empecé a ser un bebé gordete y rechonchete. Hay unas cuantas fotos en casa de mis padres en los que parezco una muñeca pepona: redonda, rolliza y con unos mofletes como dos balones de fútbol.
Yo siempre me recuerdo gordita, además era muy alta y con una complexión fuerte, así que parecía dos o tres años mayor que el resto de los niños de mi edad. 
También recuerdo haber hecho dieta desde mi más tierna infancia, homeopatías, pastillas, jarabes, dietas hipocalóricas, disociadas, batidos... Ya para mi primera comunión me pusieron una dieta hipocalórica, en la que perdí 20 kilos. A partir de ahí ya todo fue coger peso de una manera desmesurada, volver a hacer dieta, perder x y coger x+10, y así sucesivamente. Con 16 años ya recuerdo que pesaba 100 kilos.
Hace 2 años llegué a pesar 140. Entonces me dije a mí misma que era la última oportunidad que me daba, que o perdía peso, o me planteaba una solución más drástica.
Fui al endocrino, y una de las cosas que me dijo, y que me dejó totalmente hundida fue que necesitaba un psicólogo, que apreciaba que yo padecía un tremendo problema de ansiedad, y que necesitaba ayuda. Me dio una dieta de 2000 calorías, una cita para 6 meses y citas mensuales con la enfermera para vigilar la evolución. También me recetó Fluoxetina 20mg para controlar la ansiedad.
Cuando llegué al coche, rompí a llorar, me decía una y otra vez "no estoy loca, no estoy loca, sólo que no puedo evitar el comer". Me fui a trabajar, teniendo que parar el coche poco antes de llegar para secarme las lágrimas y recomponerme. Ese día lo recordaré durante muchos años.
Nunca me había abierto al 100% a nadie, y ese día me lié la manta a la cabeza y lo solté todo, a mis padres y al que entonces era mi novio. Puede parecer una tontería, pero nunca había sido tan sincera porque me daba miedo y vergüenza. Sin embargo, recibí las mayores muestras de cariño, amor y comprension.
Comencé con mis visitas al psicólogo, muy a mi pesar y a regañadientes, empecé a descubrir cosas sobre mi, muchas de ellas que no me gustaban. Fui controlando mi ansiedad... esa maldita ansiedad que me provoca dos cosas: ganas de comer como si no hubiera mañana en unas ocasiones, y crisis de ansiedad propiamente dichas (temblores, sudores frios, falta de respiración, angustia, lengua dormida...), aprendiendo técnicas para controlarla. Bendita terapia, le debo mucho.
Perdí 27 kilos, mi vida cambió, y no solo por la pérdida de peso, gané en seguridad, en confianza, autoestima... tenía las riendas de mi vida.
Me casé con el hombre más maravilloso que puede tener una mujer, cariñoso, dulce, paciente, una buena persona, que siempre me ha aceptado como soy (y no sólo hablo del tema físico), mi mejor amigo, mi amor.
Empecé a coger peso de nuevo, pero esta vez la cosa era diferente, ya no tengo esa necesidad de comer hasta reventar, mi vida es algo menos sedentaria, cuido mejor lo que como, pero no ha sido suficiente, no soy capaz de volver a coger las riendas que tenía antes. Ahora peso 131 kilos.
Por eso he empezado a plantearme la cirugía bariátrica. Siempre que el médico me lo planteaba me negaba rotundamente (cómo voy a someterme yo a una cirugía para adelgazar, eso es de fracasados, yo puedo adelgazar), pero llega un momento que te tienes que empezar a plantear las cosas de otra manera, estoy mentalmente agotada, me siento atrapada en un cuerpo que no es el que quiero, quiero ser madre, quiero estar sana, hacer tantas cosas que ahora  no puedo, o no me atrevo...
Este es un blog creado para desahogarme y poner en orden mis pensamientos y mis sentimientos, y mi evolución, sea la que sea.